Si utiliza Internet a diario, se encontrará con gráficos de trama. También conocida como mapa de bits, una imagen rasterizada es un gráfico formado por miles o incluso millones de puntos de colores conocidos como píxeles. En la mayoría de los casos, estos píxeles tienen forma cuadrada, están espaciados regularmente y cada uno lleva un tono específico, lo que contribuye al aspecto vívido y detallado de la imagen.
Algunos de los formatos de trama más comunes son:
Aunque los gráficos rasterizados son populares, es vital tener en cuenta que, debido a su estructura basada en píxeles, tienden a ser granulosos o borrosos cuando se redimensionan o amplían. Al ampliar o ampliar, prácticamente estás forzando a tu dispositivo a crear píxeles inexistentes, de ahí el pixelado.
Sin embargo, la resolución de una imagen rasterizada viene dictada por el número de píxeles en cada pulgada. Así, cuantos más píxeles haya por pulgada (PPI), mejor será la resolución y viceversa. Por lo tanto, para que tus imágenes rasterizadas tengan la mejor calidad posible, utiliza más píxeles. No obstante, necesitarás un disco más grande, ya que cuantos más píxeles tenga una imagen, más espacio ocupará. Por lo tanto, si el espacio es un problema para ti, sería aconsejable reducir el tamaño.
Aunque, por un lado, es un inconveniente, por otro, la estructura basada en píxeles de una imagen rasterizada también es una ventaja, ya que se puede reducir para adaptarla a aplicaciones que requieren imágenes con detalles pequeños. Esto explica por qué son la opción preferida cuando se trata de aplicaciones web.